Todos hemos escuchado hablar de las mil y un propiedades curativas de la sal de epsom, desde su utilidad en la limpieza del sistema hepático, la función reguladora de los nervios y el metabolismo, hasta su uso en el hogar y la jardinería. Pero ¿son ciertas estas afirmaciones?
La verdad es que las sales de epsom sirven para todo eso y mucho más. Los diferentes componentes químicos que la conforman son los responsables de activar las propiedades de acuerdo a su nivel de pureza.
De igual modo, más allá de ser un remedio mágico, la sal de higuera, como también es conocida, ya ha demostrado su efectividad en diversas aplicaciones desde principios del siglo 20, cuando se empezaron a estudiar los efectos de las sales minerales con carácter científico.
¿Quieres saber más al respecto? A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre las propiedades del sulfato de magnesio.
¿Cuáles son las propiedades del sulfato de magnesio?
El sulfato de magnesio es una sal mineral transparente que se forma en pequeños grumos similares a los de la sal común, pero a diferencia de esta última, los grumos poseen capacidades curativas y corrosivas que encuentran utilidad en muchas áreas de nuestro día a día.
La sal de epsom, al ser un compuesto, es el producto de otros elementos químicos que pueden ser encontrados en formaciones rocosas con agua, como en el caso de pozos. De esta manera, la fórmula Mg SO4·7H2O es la que hace toda la magia: pues es la unión perfecta entre el ácido sulfúrico, el cloruro de potasio y el sulfato de potasio.
Tranquilo, si la química no es lo tuyo, aquí te explicamos de forma sencilla las propiedades de cada elemento para entender cómo funciona la sal de epsom.
Ácido sulfúrico
Este componente está relacionado a la formación de sulfatos y también se caracteriza por su potente acción corrosiva. Así es, este es el responsable de dejar tus vajillas y pisos limpios cuando utilizas la sal de epsom en las tareas del hogar.
¿Alguna vez has utilizado el sulfato de magnesio para eliminar plagas en tu jardín? Pues el ácido sulfúrico que compone la sal de epsom le permite fertilizar con efectividad el suelo y las plantas de tu hogar, e incluso a nivel agrícola.
Si bien este ácido puede causar graves daños al ser humano por sí solo, cuando se le combina con otros compuestos y se controla su estado de pureza es capaz de sanar infecciones, tratar heridas, entre muchas otras utilidades más.
Cloruro de potasio
Este es otro ingrediente esencial para la creación de la sal de epsom. El cloruro de potasio se utiliza para tratar la deficiencia de potasio en el cuerpo. Se trata de un electrolito imprescindible para el correcto funcionamiento de todos los tejidos, órganos y células.
Es por esta razón que siempre escuchamos decir a nuestras abuelas que la sal de epsom es buena para todo mal. Claro, ¡se encarga de regular todas las funciones del organismo!
Sulfato de potasio
La sal potásica del ácido sulfúrico. Se utiliza principalmente para fertilizar las plantas y favorecer la absorción de nutrientes de las mismas. Tanto en el jardín de la casa o en el campo, el sulfato de potasio promueve el crecimiento de los cultivos y ayuda al desarrollo de los frutos.
Casi todas las frutas y verduras que llevas a la mesa le deben sus nutrientes a la sal potásica. Interesante ¿no?
De esta manera, la unión de todos estos compuestos forma el versátil “sulfato de magnesio”, una poderosa sal mineral que al ser absorbida por el cuerpo, puede aliviar males del sistema nervioso, sistema hepático, enfermedades metabólicas y hasta el tratamiento de heridas supurantes.
Como ya te hemos contado, la sal de epsom tiene amplias utilidades en tareas de la vida diaria como la limpieza del hogar o el mantenimiento del jardín. Sin embargo, los beneficios más buscados son aquellos relacionados a la salud.
Principales beneficios de las sales de epsom para la salud:
- La sal de epsom funciona como un excelente vasodilatador, por lo que puede tratar la migraña.
- Se usa como antídoto para envenenamientos por insecticidas organofosforados y metales.
- En casos de picadura de medusas, la aplicación de sal de epsom es realmente efectiva.
- Puede tratar el estreñimiento y activa las funciones hepáticas.
- Los empastes de epsom pueden tratar dolores articulares, inflamaciones y lesiones musculares.
- Los baños con sales minerales promueven la relajación y la producción de serotonina. Esto ayuda en el tratamiento contra la ansiedad, el insomnio y los trastornos de pánico.
- Se ha utilizado como tratamiento complementario para bajar de peso y tratar adicciones.
- Mejora la circulación de la sangre y la distribución de oxígeno en la misma.
- Se ha comprobado clínicamente que el sulfato de magnesio puede tratar la hipertensión y reducir el ritmo cardíaco.
- Refuerza el sistema inmunológico al suplir las necesidades de electrolitos.
- Ayuda a aliviar las molestias de asma y otras enfermedades respiratorias.
- Se ha comprobado que 1 hora de flotación en sales de epsom son equivalentes a 4 horas de sueño reparador.
- Es un efectivo exfoliador y tonificador de la piel.
- El sulfato de magnesio diluido se puede aplicar en el cuero cabelludo para limpiar residuos y eliminar grasa.
Como ves, el sulfato de magnesio trata de forma fácil una gran cantidad de dolencias y enfermedades que se pueden presentar en cualquier punto de nuestras vidas. En cualquier edad y a cualquier momento, la sal de epsom siempre será una gran aliada y sus propiedades así lo demuestran.